hoy renacemos de la tierra,
hoy somos tu y yo, conectados a las raices del amor.
yo soy tu otro yo
ahooo!

enero 17, 2003

De repente un d�a decidi� curarse todos sus males de un solo jal�n : antibi�ticos, antiflamatorios, anticonceptivos, antistam�nicos...diariamente terminaba por zamparse entre pastillas y �vulos milagrosos, quiensabecu�ntos miligramos de penicilina, cortizona, naproxeno y paracetamol.
Parec�a por meses que su estado cl�nico era insuficientemente escandaloso como para hacer mucho caso...hasta el pie de atleta por fin llam� su atenci�n a un tris de ca�rsele la piel a gajos unas gotitas cada noche del aceite maravilloso ese no le vendr�an nada mal.
Rum�a en los pedazos de su rec�mara, en cada rinc�n de hojas apiladas al pie del tendido en donde duerme descubri� - entre largas horas de ocio - incontables fuentes inspiradoras de producci�n, todo pintaba muy bien este a�o reci�n estrenadito : prometedores trueques con los similares en el �rea laboral, m�s de una docena de proyectos suspendidos por la desidia del miedo, luminarias con su nombre en la m�quina de los recuerdos volv�an para darle sentido a sus talentos heredados, y la aparici�n en sus solitarias playas de un enorme �rbol frondoso que se dejaba abrazar hasta el cansancio. �Qu� m�s pod�a desear !
Poco m�s de seis meses atr�s hab�a decidido dos cosas que habr�an de cambiar el rumbo de sus d�as para siempre : uno que el h�bito del tabaco le ven�a bien a su look treintero de diva congelada, y dos, que el bohemio cantaor con el que pensaba compartir su vida hasta la muerte, no era ni tan bohemio, ni tan cantaor.
Ol� y a columpiarse se ha dicho.

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